Después de escuchar el diálogo entre miembros del Movimiento por la Paz y Felipe Calderón, pienso que hace mucho no veía de manera tan abierta y plural un diálogo en los últimos años de polarización en las esferas del poder político en México. Habrá que esperar que resultados trae este intercambio de palabras e ideas. Pero de entrada que lo haya y sea público es un amable hecho de reconocimiento.
En un curso sobre Filosofía de Yoga que estoy tomando con Douglas Brooks me ha llamado la atención el valor del habla, el valor de las palabras.
El origen de la filosofía del Yoga y de la India se encuentra en gran medida en los Vedas. Textos que formaron parte de la religión védica. Religión dentro de la cual hay pocas diosas pero una de las más importantes es Vak, la diosa del habla. La diosa de las palabras.
Así Brooks comienza a explicar la historia del Yoga resaltando el poder del habla, el poder de las palabras,
El habla es la creación, el poder de la realidad. El habla es todo aquello que se convierte en presencia...El habla es el camino en el que los vedas nos dicen que el mundo continúa, se sostiene, persevera, se mueve hacia adelante y tiene este poder de resiliencia...El habla es el poder de hacer al mundo firme, sustentable y viable...El mundo se mueve a través de los poderes de la energía del habla y las palabras crean en sí el poder para establecer una realidad...Otro poder del habla es el de transformar y cambiar.
El diálogo de hoy comenzó con las palabras del poeta Javier Sicilia. Y su parsimonia me recordó estas recientes enseñanzas de Brooks y el entusiasmo que genera volver al básico poder de creación y transformación que tienen las palabras.
Mientras escuchaba el diálogo tomé la compilación de poesía de Javier Sicilia, La presencia desierta - Poesía 1982-2004 y aleatoriamente abrí el inicio del libro Trinidad (1992). Libro que comienza con la cita del prólogo del Evangelio de San Juan:
En el principio era el Verbo
y el Verbo estaba en Dios,
y el Verbo era Dios.
Él estaba al principio en Dios.
Todas las cosas fueron hechas por Él,
y sin Él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho.
(...)
Era la luz verdadera
que, viniendo a este mundo,
ilumina a todo hombre.
(...)
Y el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros,
y hemos visto su gloria.
(...)
Reconocí coincidencias con lo que había estudiando del poder del habla en los Vedas.
Ojalá el diálogo de hoy sea una manera de ampliar el reconocimiento. Y ese reconocimiento es Yoga.
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