Comparto estas citas del libro De qué hablo cuando hablo de escribir del escritor japonés Haruki Murakami que me remitieron a diversas enseñanzas fundamentales del yoga. Entre ellas, el esfuerzo físico y sus beneficios en el cuerpo mental, intelectual y espiritual, así como a la búsqueda interna que nos conduce, a través de la creación, hacia la libertad.
El libro fue publicado en español en abril de 2017. Publicado originalmente en 2015, ocho años después de su también introspectiva obra De qué hablo cuando hablo de correr.
Me centro sobre todo en citas del capítulo 7, titulado "Una infinita vida física e individual":
“Perder musculatura y engordar se convierte en la principal y dolorosa tesitura a la que se enfrenta nuestro cuerpo. Para remediarlo, es imprescindible hacer un esfuerzo extra, hasta cierto punto artificial, que nos permita mantener un estado físico decente.
“Cuando la fuerza disminuye (también esta es una idea mía de carácter genérico) decae con ella la capacidad de pensar. Se pierde agilidad mental, flexibilidad espiritual”. p. 170.”Según las investigaciones actuales de los neurólogos, la cantidad de neuronas que se generan en el hipocampo del cerebro aumenta notablemente con el ejercicio aeróbico, por ejemplo, la natación o correr, considerados esfuerzos moderados si se practican de forma continuada. Si no hay ejercicio, las neuronas mueren al cabo de un día. Un auténtico desperdicio en opinión de los expertos, pero si por el contrario se las estimula intelectual y físicamente, terminan por activarse y conectarse a la red ya existente en el cerebro. Se integran así en el sistema de comunicación y transmisión con el entorno. Es decir, la red neuronal del cerebro se extiende, se hace más tupida. Gracias a ello, la capacidad de aprendizaje y la memoria aumentan y, como resultado, es posible modificar el pensamiento con mayor flexibilidad al tiempo que se desarrolla la creatividad. Los procesos mentales pueden ser más complejos y la capacidad imaginativa aumenta. pp 170-171.
“Después de leer en una revista científica aquel artículo sobre el proceso de formación de las neuronas gracias al ejercicio físico, sentí de nuevo que todo lo que había hecho, que todos mis sentimientos e intuiciones no estaban en absoluto equivocados. De algún modo fue la confirmación de que escuchar lo que el cuerpo dice y siente es importante para una persona que cree en algo. Ya que el espíritu o la mente al final no dejan de ser extensiones del cuerpo”. p. 174.
“El fundamente de todo escritor es contar una historia; expresado con otras palabras se puede decir que es penetrar en la parte más profunda de la conciencia. En cierto sentido es sumergirse en la oscuridad del corazón. Cuanto más grande es la historia, más debemos adentrarnos en esas profundidades…Cuanto más precisa sea la historia, más oscuridad habrá en los pasadizos subterráneos, más intensa y densa se volverá”…”El escritor encuentra lo que necesita en lugares así, es decir, encuentra el alimento imprescindible para su novela y después regresa con ello al territorio exterior de la conciencia…” P. 175.
“Mi idea de lo que significa vivir plenamente tiene que ver con restablecer y cuidar el cuerpo, que es la estructura física que guarda nuestro espíritu, y avanzar firmamento con él hacia delante, paso a paso. Vivir es (la mayoría de las veces) una lucha a largo plazo que puede resultar incluso aburrida. A mí me resulta imposible llevar y mantener mi voluntad y mi espíritu hacia delante si no lo acompaño de esfuerzo físico. La vida no es fácil. Un desequilibrio hacia algún lado termina por significar, tarde o temprano, que la parte perjudicada se va a vengar (o a compensar). La balanza inclinada a un lado regresa inevitablemente a su posición original. La fuerza física y la espiritual son, por así decirlo, como las ruedas motrices de un coche. Si funcionan a la par, demuestran toda su eficacia.” P. 183.
Hasta aquí las citas del capítulo 7. En el capítulo siguiente titulado "Sobre la escuela" llama la atención la relación que hace entre la visión del mundo, su expansión y el endurecimiento del cuerpo:
“Si uno solo ve las cosas desde su punto de vista, el mundo se hace pequeño, se espesa. Es irremediable. Al mismo tiempo, el cuerpo se endurece, el juego de piernas se ralentiza y terminamos por ser incapaces de movernos como nos gustaría. Por el contrario, si uno es capaz de mirarse a sí mismo y el lugar que ocupa desde distintos ángulos, es decir, ocupar otros sistemas, el mundo se expandirá, se convertirá en un lugar más flexible y más tridimensional”. p. 208.
En las siguientes del capítulo 10 “¿Para quien escribo?” el autor japonés, amante del jazz, reflexiona sobre el acto de escribir y crear como una manera de armonizarse con el entorno y de corregirse a uno mismo, enseñanzas que considero fundamentales a la hora de practicar yoga:
“Creo, por otra parte, que en el hecho de escribir se oculta una intención de curación de mí mismo. Cualquier acto de creación tiene, en mayor o menos medida, esa intención de añadir algo personal, de corregirse a uno mismo. Uno se relativiza, es decir, manifiesta una vertiente espiritual de sí mismo de forma distinta a la que existe en realidad y de esa manera se pueden diluir (o sublimar) los desacuerdos, las discrepancias o las contradicciones que se producen, inevitablemente, en el transcurso de la vida”. p. 240.
Finalmente les comparto esta cita del capítulo 4 "Sobre la originalidad" en la cual me descubro no tan original :) ya que nos remite a esta alegría súbita a la que me suelo referir a la hora de practicar determinadas posturas de yoga pero que también, como dice Murakami, nos conduce a la libertad. Además de que la palabra alegría está muy presente en estas semanas:
“A mi modo de ver debería ser la base de cualquier tipo de expresión artística: una alegría espontánea y abundante”…”La originalidad, en cierto sentido, no es más que uno de los resultados de esto deseo, de ese impulso de transmitir la gente una alegría ilimitada por lo que se hace, una sensación de libertad” p. 104.
Evidentemente, hay otras ideas en este libro más que se relacionan con la práctica de yoga. De modo que los invito a disfrutar de la ágil lectura de las 296 páginas que conforman De qué hablo cuando hablo de escribir.
Namastē,
Fernando.
Hola Nalle, qué bueno que coincidimos y te pareció interesante. Namasté.
Publicado por: Fernando | domingo, septiembre 10, 2017 en 21:35
Se antoja echarle una hojeada Fer, gracias por compartir como siempre estas interesantes reflexiones sobre el cuerpo, el acto creativo y la actividad física. Namaste
Publicado por: Nalle | viernes, septiembre 08, 2017 en 23:59