Los loros ya volvieron a volar. Vi a una parvada de veinte verdes desde mi ventana y fui al jardín a caminar.
El masaje interesante y rico. Tengo el cuerpo cubierto de un aceite de una semilla de Kerala y el cabello con aceite de coco. Eso si bien relajado.
Me preparo así para la próxima semana que ya tendré actividad completa en el Instituto. Clases por tomar y observar, practica personal y tiempo en la biblioteca. Es lo que quiero hacer a partir del lunes.
Mañana domingo a las 6 de la mañana visitaremos Parvati Hill donde en un lago para recibir el año nuevo ponen a flotar, me imagino que cientos, de flamas.
Bonita manera de iniciar el año.
Hablando de inicios. Trato de escribir esto en el mall Central pero los niños están muy divertidos y traviesos me distraigo encantado ante estas sonrisas pícaras.
Por cierto, la vendedora de cosméticos a la que veo desde este cómodo sofá tiene otra cautivadora sonrisa con un inmenso espacio entre los dos dientes frontales. Desde el otro día me llamó la atención.
Hace siete años escribía desde apretados y ruidosos Cafes Internet. Todavía los hay y tienen su encanto. Ahora lo hago desde este elegante centro comercial también pletórico y ruidoso. Y estratégicamente planeado para que si quieres ir al súper tengas que recorrer toda la tienda o hacer una larga fila en los elevadores para subir al quinto piso.
A ver cuanto me tardo en comprar unas servilletas.
Feliz versión de este año nuevo.