Lo que necesitaba para sentirme de lleno en India.
A las 6 am estaba en medio de miles de indios. Apreciando sus elegantes vestidos - porque como es día de año nuevo hasta al parque van elegantes.
Al principio padeces la invasión habitual al espacio vital. Pero llega un momento en el que en lugar de resistirse conviene ponerse flojito y cooperando y dejarse llevar. Entonces, sientes la energía de la gente. Te sonríen. Aprecias sus vestidos.
Y me sentí plenamente en India enmedio de ese apretujamiento tan intenso y característico que ya había sentido, por ejemplo en el festival de Shiva en la playa de Gokarna 7 años atrás.
Luego subimos al templo de Parvati y de nuevo percibí esa curiosidad amable de los indios.
"Happy Diwali" "Which country come from" "How you like India?" y demás frases amables con las que inician conversaciones.
Una de estas conversaciones finalizó con una estupenda imagen, luego la publicaré pero es un buen retrato de las mujeres de una familia. He notado que ahora, a diferencia de hace siete años, las mujeres hablan mucho mas con los occidentales. Lo cual es muy grato.
Luego departí con melindrosas mujeres occidentales que van al Instituto a las cuales no les gusta la comida India ni el polvo, ni la gente India y lloraban de felicidad en el carísimo buffet del Hotel Meridien porque por fin estaban en un lugar limpio. Uff!
Como le comente a una de ellas fue mas confrontante esta elegante comida y encuentro que la rica mañana rodeado de miles de indios.
Bueno, pero he de decir que no comí en ese caro buffet de $1500 rupias. Una italiana me dijo que ni estaba tan bueno. Afortunadamente acabo el día cenando un suculento Thali de $90 rupias.
Buen provecho.
En unas horas de nuevo de lleno a las enseñanzas.