"...Al fin y al cabo el tiempo sólo es una invención del ser humano"
Rubén Blades en la canción La Cita del disco Agua de Luna
A inicios de este 2004, les deseaba un sonriente año y decía que de lo que mas he disfrutado en India es jugar con el tiempo. Es curioso que termine este sonriente año con algunas inquietudes sobre el tiempo.
Y es que hace dos semanas en un retiro de Yoga en Tepoztlán un par de amigos, Lalo y Mariana, explicaban algunas nociones del calendario maya y la existencia de un Movimiento de Paz Mundial de Cambio al Calendario de 13 Lunas.
En Hampi, en febrero de este año, curiosamente fue cuando tuve un mayor acercamiento con el calendario maya. Javi un guatemalteco llevaba el libro del destino (kam Wuj) astrología maya, escrito por Squirri Ludovica y Carlos Barrios.
Fue en medio de unos atractivos arrozales en la mitad de la India cuando comencé a leer más sobre el calendario de esa civilización maya que habitó la que considero mi meca: la mexicana península de Yucatán.
Este libro del destino está dedicado "A la intuición, musa sagrada que gana las batallas más difíciles en los momentos cruciales".
Más adelante en el mismo libro se lee: "Si tal ves tuviésemos más conexión con las fuerzas de la naturaleza podríamos apaciguarlas o estimularlas a través de ritos y ceremonias"
Precisamente esta conexión con la naturaleza es lo que más se extraña viviendo en una ciudad como la de México. Sin embargo hay herramientas que nos ayudan. Una de ellas es atender las fases de la luna. Así retomo la idea del Movimiento de Paz Mundial de Cambio al Calendario de 13 Lunas.
Esta propuesta radica en que el calendario que utilizamos ahora, el gregoriano, es bueno para las actividades productivas sin embargo no tiene una sincronía con el tiempo natural. En cambio el calendario de trece lunas y 28 días como lo es el calendario maya está plenamente vinculado a las fases de la naturaleza.
El tema es complejo y se puede leer más en la página de Internet: http://www.tortuga.com/
Sin embargo, lo que más me atrae es la idea de vivir más en conexión con la naturaleza. Por ejemplo, estar más atentos a los efectos que las etapas de la luna tiene sobre nosotros.
Al iniciar el año Tormenta Cristal (26 de julio 2004 al 24 de julio del 2005) Ani me regaló una agenda llamada Tiempo de Sincronía basada en el calendario maya. Hecha por María Elena Calvert y Eugenia Highland, Incorporan información de José y Lloydine Argüelles. José Argüelles es autor de los libros El factor Maya (1987) y Un tratado del tiempo (1995). Junto con Lloydine ha creado la Fundación para la Ley del Tiempo. La cual busca y da la bienvenida a las organizaciones qué afirmen la Reforma del Calendario de las Trece Lunas. Clic aquí para leer una entrevista con ellos.
Entre la información que citan de los Argüelles en la agenda se encuentra esta cita la cual me parece apropiada compartir a unas horas del solsticio de invierno 2004:
"Así como el aire es la atmósfera del cuerpo, así el tiempo es la atmósfera de la mente; si el tiempo en el cual vivimos consiste de meses irregulares, días regulados por horas y minutos mecanizados, eso es lo que llega a nuestra mente: una irregularidad mecanizada. Ya que si todo procede de nuestra mente, no es de extrañarse que la atmósfera en la cual vivimos se encuentre contaminada, y que nuestra queja sea: "No tengo suficiente tiempo". Quien posee tu tiempo, posee tu mente. Posee tu propio tiempo y conocerás tu propia mente".
Curiosamente exactamente en ocho años gregorianos estaremos en el año cero maya; el 21 de diciembre del 2012 será el fin del gran ciclo de aproximadamente 5200 años que daría paso a una nueva era, según la concepción maya. Esta transición se da en un periodo de 20 años e inicio en 1992.
Seguiremos cavilando con esta idea del tiempo.
Mientras tanto tengan un feliz solsticio de invierno y un año 2005 lleno de amor, contentamiento y salud. Lo demás viene como resultado.