En Nilambe las facetas de la luna indican los días de silencio total. Yo llegue un sábado de luna llena, buen día para iniciar un retiro de meditación en el Centro de Meditación Nilambe, ubicado al sur de Kandy, Sri Lanka. Aquí leería que hay caminos más profundos para entender que las palabras.
Este centro de meditación budista fue abierto hace 20 años. Se encuentra en medio de plantaciones de té. Carece de electricidad. El tiempo es distinto al resto de Sri Lanka y la India --es necesario ajustar el reloj quince minutos. En Nilambe, sin duda, es donde mejor he meditado. Todo lo favorece:
Mientras los altos pinos susurraban estruendosamente con el paso del viento, el aún mas potente chirrido de chicharras avisaba exactamente cuando el disco solar se ocultaría tras las nubes que matizan los atardeceres de pebetero. Poco después aparecían las luciérnagas y estrellas. Uno podía bañarse bajo la lluvia, cuando había escasez de agua. Ranas chicas y enormes habitaban los baños. Pájaros verdes, rojos y anaranjados coloreaban luminosos amaneceres.
Aprecié mucho el silencio. Diariamente --exceptuando el silencio dictado por la luna una vez a la semana-- teníamos media hora para platicar con los compañeros. Sin embargo, muchas veces prefería permanecer en silencio. Claro, se pudo haber platicado mucho más con Paul, instructor belga, Noel un instructor de yoga australiano o Nolan la francesa sonriente, así como con varios srilankanos.
El estar consciente, atenta_mente (con la mente atenta) de cada acto que hacíamos fue un gran aprendizaje. Estar aquí y ahora: meditando ya sea sentado o practicando asanas de yoga, al pelar papas, barrer, limpiar tubérculos mugrosos, desempolvar y desentelerañar puertas, al despedrar arroces, cuando se entonan cantos budistas, y se come, entonces los alimentos (no abundantes pero suficientes) saben suculentos.
El reto de volver a uno de este modo implica una nueva relación con la mente. Esta se puede ocupar en situaciones más interesantes y conscientes. Al volver a uno cambia la relación con los demás; Cuando se es benévolo con uno, lo serás con los demás. Al ser amoroso con uno lo eres más fácil con los demás.
Un miércoles salimos a caminar para encontrarnos frente a una colina de pinos que lagrimean resina y ahí hicimos una profunda meditación metta en la cual se genera amor y compasión hacia todo ser viviente.
Por las noches cantábamos en Pali, la lengua de la fe budista:
Devo Vassatu Kálena
Sassa Sampatti Hetu Ca
Phito Bhavatu Loko Ca
Rája Bhavatú Dhamikko
Dukkhappatta Ca Niddukhá
Bhayappattá Ca Nibbhayá
Sokappataya Ca Nissoká
Hontu Sabbepi Pánino
Estas líneas forman parte de la afirmación --Patthaná-- y significan:
Que la lluvia sea oportuna
la cosecha abundante
el mundo próspero
y los gobernantes justos
Que el que padezca no sufra
que el temeroso no tema
que el afligido no se apene
que todos los seres sean libres y felices.
Los días son pletóricos en Nilambe, así se desarrollan:
4:45 Suena el gong de madera para despertarnos
5-6: Meditación en grupo
6-6:30: Té
6:30-7:30: Yoga
7:30-8: Desayuno
8-9:15: Trabajo en meditación (karma Yoga)
9:30-11: Meditación en grupo (sentado, parado a meditación caminando).
11-12: Meditación individual.
12: Comida
12-14:30: Tiempo para utilizar la biblioteca y descanso. A las 14:00 hay entrevistas con los instructores de meditación para aclarar dudas.
14:30-16:00 Meditación en grupo.
16-16:30: Té. Esta media hora era la única en la que se podía hablar en todo el día. Había que procurar que lo que dijéramos fuera útil, amable y cierto.
16:30-17:30: Yoga
17:30-18:30: Meditación con la naturaleza; Individualmente observábamos las estupendas puestas de sol que sobre las montañas y nubes se apreciaban casi diariamente.
18:30-19:30: Cantos budistas y meditación en grupo.
19:30-20: Cena que consistía en café de soya y pan tostado con mantequilla. Combinación que sabía a gloria.
20- 21:30: Conferencia, pláticas y meditación guiada.
El centro de meditación Nilambe es inspiración, en gran medida, de Godwin Samararatne. Maestro residente en Nilambe durante casi 20 años. Conocido como un bondadoso gigante, Godwin creo y apoyo diversos proyectos de ayuda social en Sri Lanka. Más información de estos, así como del mismo Godwin se encuentra en la página de Internet http://www.help-srilanka.org.
Según el mismo Godwin, en Nilambe, la enseñanza budista --dhamma-- es el camino principal para una transformación interna cuya efectividad se deriva en la habilidad para promover el conocimiento y la purificación de uno mismo.
Nilambe, se encuentra al sur de Kandy, Sri Lanka.
Nilambe Buddhist Meditation Center; Galaha Road; Kandy.
Upul es el actual maestro residente. Su sonrisa al meditar inspira.
Su correo electrónico es [email protected] y su número de teléfono celular: +94 (0) 777-804555
El costo de la estancia y alimentos en Nilambe es de 400 rupias srilankanas (unos cuatro dólares estadounidenses) al día. En lo personal sugiero aportar un donativo extra.
Otra crónica de Nilambe puede ser consultada en la siguiente página de Internet:
http://www.concienciasinfronteras.com/PAGINAS/CONCIENCIA/nillambe.html