Las sandalias finalmente se acomodaron una sobre otra como si fueran manecillas de reloj indicando las tres. "Dejar los zapatos asi significa que te vas a ir" me dijo el Dr. Samjeev, mi instructor de yoga. Sin pensarlo a la sesion siguiente deje las chanclas en la misma posicion, el Samjeev se volvio a fijar. Esto fue hace un par de dias y en efecto en unas horas salgo de Varanasi.
Das un paso y Varanasi te encanta, al siguiente te atosiga. Quiza por eso, dicen es el sitio mas representativo de la India. Dejo aqui algunas huellas y retratos de esta ciudad mas vieja que la leyenda como se refirio a ella el escritor Mark Twain.
La puja (ceremonia) al Ganges diariamente se celebra a las seis de la tarde. Abrumadores tanyidos de campanas, freneticos aplausos, canto de mantras y trazos de circulos de fuego frente al rio, alivian a uno el hartazgo que provocan escenas cotidianas en los callejones de Varanasi:
-Los hombres preguntandote por enesima vez que si quieres hashish o cambiar dinero (en ese orden).
-Los pitidos inclementes de motociclistas que insisten en rebasarte en un callejon de un metro de ancho cuando al lado tienes un puesto de te, una vaca y un cachorrito. Al hijodeputa motociclista no le importa la escena y confirmo que los indios creen que al tocar el claxon desaparecera todo ser viviente que este enfrente.
Un ruido palia otro ruido.
Varanasi te encanta. Me dieron las coordenadas para llegar a la casa roja de Mark, un ingles que lleva 20 anyos viviendo en Varanasi. Los martes y sabados en la sala de su casa este estudioso del tantra toca la citara y un indio percute las tablas. Ayer, sabado en la noche me sente en la sala de Mark y atiendo las improvisaciones. Solamente dos escuchamos. Mientras la brisa entra por las ventanas, me asomo y veo el brumoso Ganges inmediato. Dos ofrendas llameantes siguen su corriente.
Varanasi te harta. Voy al templo mas importante de Varanasi sabiendo que no puedo visitar el interior --reservado exclusivamente para indios. Sin embargo, quiero ver el entorno, no puedo entrar porque traigo camara, regreso unos dias despues sin camara. A los tres minutos de estar alrededor del templo una revision mas por parte de los militares me harta y decido salir del area al confirmar lo que pensaba se podia ver desde afuera: nada. Tanta presencia militar se debe a la vecina mezquita que ha sido senyalada como el siguiente objetivo de un ataque por parte de extremistas hindues.
Por la noche regreso al area, acompanyado por mi instructor de yoga y un actor frances con el que hago yoga, para tomar medio litro de leche pura de vaca azucarada. Una delicia servida en platos de barro que son tristemente destrozados al vaciarse.
Cuatro cachorros se cuelgan de las tetas de su mama en medio de otro estrecho callejon. A unos metros, otros dos se acurrucan a un lado de uno de los innumerables lingam (falos) sagrados que hay en rincones de las calles. En los escalones de los ghats decenas de perritos juegan. Me llama la atencion la cantidad de cachorros que hay en Varanasi.
Un indio grita, bueno platica, a mi lado. Es tan escandaloso como los israelies que se acaban de ir del cafe Internet.
Baba
Despues de dos meses de no comer carne. Fui a la terraza del Baba restaurante el martes pasado. Llegue sin hambre pero con antojo de probar un buen pedazo de pollo tandoree, esto es una especie de barbacoa cocinada en rustico horno de barro. La larga espera valio la pena. Tres noches a la semana ofrecen conciertos en este restaurante. Su terraza ubicada en un quinto piso al cual llegas cruzando salas de clases de musica, recamaras y cocinas tiene buena vista de la ciudad y sin duda es un buen sitio para romper abstenciones. Hoy, despues de dos meses sin alcohol, ahi volvi a tomar cerveza. Que bien cae!
Retratos
Toby, un australiano acaba de verme escribiendo, se para a un lado escribe su direccion de correo-e, y dice "mandame tu direccion". Por lo visto hoy no fue a la yoga. Toma un curso de instruccion con Sunil. Por las tardes juega cricket como decenas de indios en los ghats. Por lo general dice "a cha".
"A cha", es una expresion muy usada en Varanasi, quiza en otros sitios tambien pero hasta aqui me percate es una manera de decir: "ah ya"; entiendo tu punto.
Amir es un israeli que se la pasa tocando la guitarra, lo cual hace bien. Toma clases de Hindu, citara y a veces va tambien al yoga. Es buena onda. Los israelies cuando estan solos son muy buena onda. Cuando viajan en grupo, como cualquier horda, son atocigantes.
Agnes es una polaca-alemana que ahora debe estar en Rajasthan. Dice que quiere ser escritora. Tuvimos buenas conversaciones. Con estos dos ultimos y Eva, otra alemana, realice un pasen de madrugada en barca.
En Varanasi me volvi a encontrar a Paul, el brasilenyo de Mc Leod. En su cena de despedida conoci a varios espanyoles y chilenos. Como hay chilenos en Varanasi! A la yoga llegan tambien Tomas Munita, fotografo chileno de Associated Press y su chava. Ellos manyana se lanzan a Delhi para volar de ahi a Ladakh a donde deben estar ahora a 30 grados centigrados bajo cero.
Un dia estoy escribiendo en la deliciosa terraza del Vishnu Rest House, me tocan al hombro volteo y resulto ser Amado Cavazos. Quihubole! Un cuate que da buenas clases de yoga en la Condesa. Toby le habia dicho donde estaba hospedado. Fuimos a desayunar un dia pan con mantequilla y chai en un escondido callejon. Vino a saludar a Sunil y ahora debe estar por Khajurao. Me dio mucho gusto verlo.
Tambien, evidentemente, me reencontre a Natalia, la brasilenya de Mc Leod y Amritsar. Asi como a Maria, una espanyola muy cagada que se queja de India cada 30 segundos pero le fascina. La conoci en Rishikesh ahora con ella tomo el tren a la una treina de la manyana para llegar a Bodhgaya.
Ya les contare mas de Varanasi, por ahora me voy a dar una vuelta mas por estos encantadores y atocigantes callejones. Huele a incienzo y todos gritan.